domingo, 14 de noviembre de 2010

capitulo 6

                -Ais tranquila. A tu casa no podemos ir. Esta infectada de demonios.
                -¿Cómo que de demonios? Soy medio demonio ¡idiotas!
                Se me quedaron mirando como diciendo que no lo sabían.
                -aunque seas medio demonio no podemos llevarte allí.
                -¿Por qué?- seguí gritando.
                -porque… no sabemos ni quienes son ni que hacen aquí.
               
Deje de discutir y me llevaron a una casa blanca, bastante grande que estaba ubicada en mitad del pueblo. Nos bajamos del coche y me llevaron dentro. La primera planta, por lo que pude observar, tenía dos comedores, una cocina, un patio interior, un baño en el patio, y un “entre cuerpo” (no sé cómo se le llama realmente xD aquí por lo menos se le dice así al recibidor). Segunda planta. Tres habitaciones y un baño. Tercera planta. Una oficina, un trastero y otra habitación. Cuarta planta. Lavandería y terraza.
Me instale  en una de las habitaciones del segundo piso ya que no me dejaban instalarme en la del tercer piso. Escogí la más pequeña porque es la que tenía más muebles. Deje la mochila y baje a la cocina.
-yo no se vosotros- empecé- pero yo no tengo ropa aquí, solo la puesta.
Se miraron entre ellos y yo, me estaba sintiendo incomoda a medida que el silencio se prolongaba. Me harte de esperar y fui hacia la puerta principal. La abrí, salí y luego cerré. Empecé a correr calle por calle hasta que decidí ir a mi casa. Me costó lo mío llegar porque vivía en un fuera del pueblo. Joder…. Acabe cansadísima. Nunca había ido andando desde el pueblo a mi casa. Estaba delante de la puerta y me arme de valor para abrirla. En el salón no había nadie.
-¿Hola?-grite por toda la casa. Nada. No había nadie en mi casa. Subí a mi cuarto y encendí mi ordenador. Tenía un e-mail. De Lucifer. Como no.
                Regina si necesitas ayuda llámame. Tu madre me acaba de decir que no solo han enviado a Gabriel sino también a Tania, Pablo y Matías. No se por qué envían tantos ángeles para protegerte pero lo averiguare, no te preocupes.
                Te tengo que confesar algo. Dino y Kitty son demonios domesticados. En otras palabras, que te harán caso con cualquier cosa.

Deje de leer un momento. ¿Demonios domesticados capaces de cumplir una orden? Nah, imposible. Pero… ahora que lo pienso…  Dino nunca me ha hecho daño y siempre me ha hecho caso al igual que kitty. Seguí leyendo
                Espero que los uses para defenderte y para que te ayuden en cualquier momento. Para saber algo más me llamas y te cuento lo que quieras saber.
                Un beso.
                Lucifer.
Leí varias veces el e-mail para darle sentido a lo de “los  uses correctamente para defenderte y para que te ayuden” ¡¡ no tenían sentido!! Un momento…cogí mi móvil y llame al número que me había dado. Sonaron varios “biip” hasta que alguien me lo cogió.
-hola Regina-  sonó una voz que a pesar de no haber escuchado nunca me resulto muy familiar.
-¿papa? – pregunte sollozando.
-Sí. Soy Lucifer. Por favor Regina. No llores. Pregúntame lo que quieras.
-no quiero preguntarte nada. Solo saber a qué te refieres con lo de…-leí el email de nuevo. Pero me costó bastante porque tenía lágrimas en los ojos-… usarlos correctamente y para que te ayuden en cualquier momento” ¿a qué te refieres?     
-pues… tanto Kitty como Dino crecieron a tu lado .así que te han dado lealtad.
-¿cuándo me dieron lealtad?
-Cuando cuidaste de  ellos con cariño, amor, pasión… los demonios domésticos no están acostumbrados a que se les trate como los trataste tú.
-aammm… vale ¿te puedo hacer una petición?
-claro. Adelante.
-no quiero volver con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario