miércoles, 22 de diciembre de 2010

titulo =D!!

xikas!! no tenia titulo de mi historia asta aora xDD
pero ya lo tengo :D
son los 3 poderes q tienen Arturo y Regina ^^
os dejo la imagen abajo y arriba :D

martes, 21 de diciembre de 2010

capitulo 17

-eso es imposible. Al no ser que…
-si.-la interrumpió- ella es su sucesora y es idéntica a ella.
Se callaron y yo, como siempre, me estaba sintiendo incomoda.
-me gustaría conocer a los padres de Regina.
-hoy no podrá ser. La semana que viene sí.
-¿por qué esta semana no?
-porque Nina, su madre, aún no ha hecho el ritual y su padre es lucifer. Tiene asuntos que atender. Ya hablare con ellos y te diré.
-vale, de acuerdo.
-Regina deberías irte a dormir. Son las once de la noche y mañana hay clase. Alberto, ve a su cuarto y dormid juntos. Yo no voy a ser la que se interponga en vuestra relación. Buenas noches.
¿A qué se refería? ¿A que iba a haber alguien que se interpusiera entre nosotros? ¿Por qué? Alberto se levantó y me distrajo de mis pensamientos. Me tendió la mano y fuimos a mi cuarto. Me cambie de ropa y me tumbe en la cama. Alberto se tumbó a mi lado mirando a la pared. Yo me puse igual que él y dormimos abrazados.

Al día siguiente al despertar me levante sin despertarlo. Me vestí y salí sin que se diera cuenta. Le deje una nota donde yo había dormido explicándole las clases que tenía. Ese día fue más tranquilo. No pasó nada hasta última hora que se presentó Alberto a esa clase. Control de poderes. Me iba fatal. No conseguía que el fuego apareciese ni tampoco me tele transportaba.
-cierra los ojos-me dijo Alberto- ahora… siente fluis la magia por tu cuerpo.
Le hice caso y lo conseguí. Hice aparecer una bola de fuego en una mano y en la otra… una bola de agua. Mi instinto me dijo que las fusionara y lo hice. Me enseñaron unas imágenes un tanto raras. Había alguien en mitad del campo con una bola de hielo y haciendo que esa bola diera contra un olivo. Repitió el proceso varias veces, hasta que, le vi la cara. ¡Era Arturo! Vale. Me enfade. Y escasos segundos después, me desmaye.


Al despertar estaba en mi cuarto con Ángel, Gabriel, mis padres y Alberto.
-¿Qué ha pasado?
-te desmayaste- dijo Alberto- ¿recuerdas lo que paso?
-vagamente. Pero lo recuerdo todo. Tengo que volver a Rute.
-¿para qué?- Dijeron todos a la vez.
-se quién es el que es como yo.
-¿Quién?-pregunto mi madre.
-Arturo.
-¡un momento!- dijo Lucifer- ¿tienes memoria?
Asentí y empezaron a gritar.
-¡callaos!-exclamé-la cuestión es otra y lo sabéis. Hay que hablar con él.
-no señorita. Hablaremos tu madre y yo con él. Cambiando de tema... ¿quién eres?
La pregunta iba para Alberto.
-¡oh! Me llamo Alberto y soy…
-y es mi novio- le interrumpí.
-¡¿qué?!
-pues eso. Lo desperté y ahora es mío.
-eres posesiva ¿no?
-siii...
-basta. Esto lo hablaremos luego. Ahora hay que irse.


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en el siguient stoi piya -.-"
veremos a ver cuando publico :S

domingo, 19 de diciembre de 2010

capitulo 16

            -¿Quién eres?
            -Regina, me llamo Regina ¿por qué huyes de mí?
-Porque eres como ella.
-como ¿quién?
-Alicia…
-a ver. Espera. ¿Me estás diciendo que me parezco a esa humana de la que te enamoraste una vez?
-sí
Me calle un momento y lo observe de nuevo más detenidamente. Su pelo era negro pero sus ojos… eran azules. Un azul que me sonaba y no sabía por qué.
-no soy humana. Soy medio ángel, medio demonio.
-¿mitad y mitad?
Asentí con la cabeza y él se levantó del suelo. De nuevo mi cuerpo se movía solo. Me acerqué a él  y lo obligue a mirarme a la cara.
-Alberto te recuerdo que nada es lo que parece.
Me miró sorprendido pero seguí.
-hay que dejar atrás el pasado. Hay cosas que es mejor olvidar y a…-casi digo mí- Alicia es una de ellas.
-¿quién eres tu para decirme que es lo que debo olvidar?
Estaba enfadado pero mi cuerpo seguía sin hacerme caso. Intenté expulsar a aquello que me nominaba, pero no lo conseguía.
-soy Alicia. He poseído a Regina. Apenas puedo aguantar poseyéndola pero cuanto más luche contra mí más podre tiempo me puedo quedar en su cuerpo. Un consejo. Olvídame. Yo lo hice. Por eso viví feliz con mi marido. Morí tras tener un bebé. Apenas habían pasado diez años desde nuestro adiós. No busques mi lapida porque no la encontraras. Pedí ser quemada. Regina es algo así como mi sucesora. Por eso puedo poseerla. Vive tu vida. Jamás debiste haberte enamorado de mí. Tú deberías haberte enamorado de alguien de tu especie. No de la mía. Me voy. Dejo a Regina que se está empezando a enfadar.
Rio y se acercó a Alberto. Posó mis manos sobre su pecho y lo beso. Tras eso. Por fin tenía ya el control de mi cuerpo. Lo primero que hice fue separarme y ponerme roja.
-lo siento-dije-yo no quería.
-no pasa nada.
-¿sabes? Es extraño. Antes de recuperar el control de mi cuerpo escuche a mi cabeza decir “lucha por él es tu pareja”.
Me miraron con los ojos como platos.
-¿qué?
-Regina… si ella te dijo eso… es que sois pareja. Los fantasmas rara vez se equivocan- dijo Ángel.
-el problema es que no recuerdo nada. Y eso me cabrea. Quiero saber más acerca de mí.
-espera. Has dicho que no recuerdas nada. ¿Eso quiere decir que…?
-sí. Eso quiere decir que no tiene memoria. Tiene amnesia.
-mi poder es la memoria y el ver recuerdos. A lo mejor puedo ayudar.
-inténtalo. Porque yo ya me canse.
-ven Regina. Túmbate en la cama.
Le hice caso y me tumbe. Él se puso encima mía y puso sus manos sobre mi cabeza. Empecé a sentir frío pero…poco a poco iba recuperando la memoria. De pronto lo recordé todo. Mi antigua casa, Kitty, Dino, Lilia, el instituto, Tin, Arturo, el accidente… empecé a llorar descontroladamente. También recordé donde había visto antes los ojos de Alberto. En mis sueños. Hay los había visto.
-gracias…-él se levantó y me ayudo a sentarme. Estaba frente a mí, todavía sosteniendo mi mano en la suya. Me levante,  me acerque a él y lo bese. El correspondió al beso y Ángel salió de la habitación un tanto incómodo.
Alberto me echó en la cama y se puso encima mía. Seguimos besándonos y la ropa empezó a desaparecer. Tan solo nos quedaba la interior pero también desapareció en cuestión de minutos. Busco en los cajones y encontró lo que quería.se lo puso y siguió besándome. Antes de que me diera cuenta. Me penetró. Reprimí el grito que estuve a punto de soltar. Llegamos al máximo placer y se tumo a mi lado.
-dime una cosa Regina. ¿Hace cuánto que estas en el colegio?
-poco. O sea… menos de un día ¿por?
-Por saber. ¿Cuál es tu poder?
-tengo dos. La tele transportación y el de hacer aparecer fuego de la nada.
-el segundo no lo he visto nunca. Pero el primero sí. Lo vi hace 1500 años.
-mira que eres viejo…
-mira que eres pequeña…
Lo mire mal pero paso de mí.
-aun no has hecho el ritual.
No era una pregunta. Era una afirmación.
-vámonos. Tengo que hablar con la actual directora.
Nos vestimos y nos fuimos. Llegamos a la dirección y Cintia, la directora, le pidió que pasara. Al vernos juntos se sorprendió.
-Regina siento decir esto pero… eres peor que tu madre-dejo de mirarme y se fijó en Alberto-ya era hora de que te despertaras. Que, ¿lo consiguió Regina?
-sí. Alicia la poseyó.

lunes, 13 de diciembre de 2010

capitulo 15

El resto del día transcurrió sin incidentes nuevos. Durante el recreo estuve en el gimnasio con Ángel jugando a ver quién corría más. Aunque… debería haber dicho entrenando en vez de jugando. En fin.
-Regina, tus padres me han dado permiso para enseñarte a usar tus poderes.
-¿en serio?- grité ilusionada.
-sí, pero será después de clase y en algún que otro recreo.
-de acuerdo.
-empezaremos después de comer.
Terminaron las clases y llegue a la residencia. No sabía cómo iba nada así que le pregunte a uno de los supervisores.
-la comida es a las tres y a partir de las diez no debe de haber nadie en los pasillos ni fuera del edificio.
Le di las gracias y fui al comedor. Me senté sola. No tenía muchas ganas de conocer a nadie. Comí deprisa ya que a las tres y media había quedado con Ángel. Al salir por la puerta me llamo maría. Una supervisora.
-Regina, ¿dónde vas tan deprisa?
            -quedé con Ángel.
            -¿Ángel?
            -Sí. El profesor de gimnasia.
            Tras decir eso me dejo ir pero con la amenaza de “esta noche le pregunto”. Fui hacia su cuarto y toqué. Me abrió y entre. Empezó a explicarme lo que tenía que hacer. Concentración. Eso era elemental. Por mucho que me concentrara no  conseguía que la magia saliera de mí. Estuvimos cerca de dos horas y acabe exhausta.
            -mañana seguimos. ¿Tienes que hacer muchos deberes?
            -los suficientes como para no llegar viva a mañana.
            Nos despedimos y me fui a mi cuarto para hacer los deberes. Tenía cuatro horas para hacerlos. No iba a acabarlos para mañana. En fin. Entre en mi cuarto y empecé a hacerlos. Termine antes de lo que creía. Eran las siete cuando acabe. Salí de mi cuarto y empecé a vagar por la residencia. Cuando me quise dar cuenta no sabía dónde estaba. Mire alrededor y no había nada reconocible. Abrí una puerta que estaba a mi derecha. Entre y observe que era una especie de biblioteca-dormitorio. Empecé a cotillear y leí los libros que había. Robín Hood, el ángel perdido, la historia de cleopatra… casi ninguno me sonaba. No sé por qué pero todos tenían una fina capa de polvo. Supuse que era una habitación que no se usaba. Me acerque a la cama y aparte el dosel. Al abrir, vi a un chico que me sonaba. Era moreno y parecía que estaba dormido…me di la vuelta y salí corriendo de la habitación. Seguí corriendo y no sé como pero llegue al cuarto de Ángel. Toqué y espere a que me abriera o me dijera que pasara. Al abrir se sorprendió.
            -Regina, ¿Qué pasa?
            -¿podemos hablar?
            -si, entra. Estoy solo.
            -mejor.
            Le explique todo. Que me había perdido, que había visto una habitación bastante rara, que me había encontrado a un chico moreno dormido…
            -¿un chico dormido? Pero ¿en qué dimensión te metiste?- dijo bromeando.
            -No lo sé. Había muchos libros. Me sonabas algunos pero no todos.
            -dime alguno que no te sonara.
            - el ángel perdido.
            -dios… te has metido en la habitación de Alberto.
            -¿Quién?
            -te voy a contar su historia en vista de que no la sabes.
            “Alberto es un ángel. Lleva dormido un milenio por culpa de una humana. Hace mil años bajo a la tierra y allí conoció a Alicia. Una chica de catorce años. Durante ese tiempo los matrimonios eran concertados así que ella no podía elegir con quien casarse. Se conocieron en una boda y Alberto se enamoró de ella. Pasaron varios años y él no se decidía a hablar con su padre así que uno se le adelanto y el padre de ella acepto. El, pensando que lo había traicionado se despide de Alicia y le dice que no quiere verla más. Varios días después de aquello llego al colegio y se lo explico todo a la directora. Alberto le pide permiso para quedarse dormido eternamente en el colegio ya que no quiere morir. La directora acepta pero con la condición de que si alguna vez una alumna consigue que despierte nombrándolo. Tiene que vivir a partir de ese momento olvidando el pasado…”
            No sabía ni que decir ni que pensar…
            -¿nunca se ha despertado con ninguna alumna?
            -no. Con tu abuela se movió algo pero no se despertó. Deberías intentarlo la próxima vez.
            Se echó a reír pero yo permanecí seria.
            -quiero intentarlo.
            Me hizo señas para que lo siguiera y lo seguí. Me llevo hasta la habitación y entramos. Me acerque a la cama y esta vez no salí corriendo. Al contrario, me acerque a él y no sé cómo, porque mi cuerpo se movía solo, lo bese en los labios. Sus labios eran dulces pero estaban tensos, como si no esperasen esto. Separe mi boca de la suya y lo llame “Alberto, Alberto” el abrió los ojos despacio, muy despacio… y luego me miro. No se qué vio en mi pero sea lo que sea lo que vio en mi le hizo retroceder y caerse de la cama.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Capitulo 14

GABRIEL


            Regina se había ido hace una hora y ahora apenas la sentía. Era como si le hubiera pasado algo. Le tendría que haber impedido que se marchara pero se que no hubiera servido de nada. Era muy cabezota cuando se lo proponía.
           
            Dos horas y aun no se sabía nada de ella…sentía que su poder iba menguando. No aguanta más. Cogí las llaves del coche y salí de allí. Empecé a usar mi poder para poder saber dónde estaba. La localice a los pies de un precipicio.
            Llegue allí diez minutos más tarde y la encontré en el suelo, inconsciente. Llame a lucifer y a Nina para decírselo.
            -Quédate con ella. No la muevas para nada.
            Tardaron menos que yo porque vinieron volando. Lucifer se acercó a su hija y le tomo el pulso. Estaba débil, muy débil. Llamaron al hospital San Marcos con la esperanza de que no tardaran mucho. Media hora más tarde Regina ya estaba en el hospital y en la sala de operaciones. El médico que la atendió dijo que  tenía un derrame cerebral y un par de huesos rotos. Estaba grave, pero sobreviviría.

            *          *          *          *
REGINA
DOS DIAS DESPUÉS.


No recordaba nada de nada. Al abrir los ojos me encontré con cuatro personas observándome.
            -¿Quiénes sois? ¿Qué hago aquí?
            -¿no recuerdas nada?
            -no.- de golpe me vino una frase a la memoria- bueno sí. Recuerdo solo esto. “es poco probable, pero es una posibilidad”.
            Se miraron entre sí y eso me incomodo bastante.
            -¿Quién soy? ¿Quiénes sois?- repetí.
            -tu te llamas Regina, yo soy Lucifer, tu padre. Ella es Nina, tu madre. Y ellos son Ángel, un demonio, y Gabriel, un ángel.
            -vale. Si sois dos ángeles y dos demonios… ¿yo que soy?
            -eres mitad y mitad.
            No me lo creía mucho pero había algo raro en mí. Me contaron que había vivido con los humanos durante catorce años. Que había alguien como yo (mitad y mitad). Que el lunes empezaría en el colegio Demonio Angelical y más cosas.
            Tras una semana en el hospital me dieron el alta. Al día siguiente ya iba a ir al colegio.
            El colegio era, según me dijeron, medio internado. Había alumnos que preferían quedarse y otros que no se quedaban. Yo me quedaría. Mis padres no podían estar pendientes de mí.
           
                        *          *          *          *
            ¡biip! ¡biip!
            El despertador sonando. Como no.
            Hoy empezaban las clases y yo seguía sin recordar nada. Según me dijeron tanto Gabriel como Ángel estarían conmigo en el colegio. Gabriel como profesor de historia y Ángel como profesor de gimnasia. Por mucho que los conociera no iba a tener mucha ventaja.
            Tenía una hora para prepararme. Me duche, prepare la cartera y el equipaje y desayune. Hoy iría con mi padre por que no sabía ni donde quedaba el colegio ni las habitaciones. Lucifer llego media hora antes de que empezaran las clases. Me cogió de la mano y creo una especie de portal para llegar antes. Me indico donde estaban todas las clases y mi cuarto (dormía sola) estaba en otro edificio.
            Lucifer se fue cuando toco el timbre y yo me dirigí a mi primera clase. Historia. Genial. Antes de entrar vi a Gabriel de espaldas. No lo pensé dos veces corrí y me eche encima de el. Grito un “¡ah!” y luego me miro con cara de decepción.
            -Regina... sabes que no debes hacer eso.
            -¿por qué?
            -soy tu profesor y por lo tanto no debes hacer nada que me meta en una situación comprometida.
            Lo mire con cara de pena y él se echó a reír ante eso. Toco de nuevo la sirena y entramos en clase. Me quede con cara de “y ahora que ¿dónde me siento?”
            -Regina.
            -dime Gabriel.
            -Llámame profesor o nube pero no Gabriel ¿de acuerdo?
            -de acuerdo.
            -bien. Siéntate al final.
            al girarme todo el mundo nos miraba. “que semana más larga me espera”. Fui a donde me indico y todo el mundo me siguió con la mirada.
            -¿Por qué me miráis? ¿Es que tengo monos en la cara o qué?
            Dejaron de mirar y Gabriel empezó a explicar. Estaban dando historia humana. Buah, que aburrimiento. Siguiente clase. Control de poderes.
            La impartía un tal Daniel y según me dijeron era un demonio controlador. Era mi primer día y no conseguí hacer que el fuego apareciera. Ya que, según me dijeron. Ese era mi poder. Observe a los demás y me fije bastante en Laia. Estaba usando un cristal bastante grande y le iba cambiando la forma. Sin darme cuenta hice aparecer de la nada un cristal abstracto, sin forma y poco a poco lo convertí en una pequeña estrella de cristal. Al acabarlo se me acerco Laia y dice:
-Pero… ¿cómo lo has conseguido?
-perdona ¿Qué?
-La estrella. ¿Cómo la hiciste?
No lo sé. Te estaba observando y la hice sin darme cuenta.
El profesor al descubrir el tono amenazador de la voz de Laia se acerca.
-¿ocurre algo?
-sí, ocurre algo-decía Laia.
-¿El qué?
-¡que ha copiado mi poder!
-Lo suponía.
-¿qué suponías?
-que iba a hacer algo así.
¿Por qué?
-es mitad y mitad. ¿Responde eso a tu pregunta?
-sí.

domingo, 5 de diciembre de 2010

capitulo 13

            -pues que lo único que fue transportarse del salón a la cocina y luego uso el fuego, lo hizo aparecer de la nada.
            Nadie hablo en un rato y a mí eso me ponía de los nervios.
            -¿pasa algo?
            -sí, Regina, sí.
            -¿el qué?
            -pues…que ningún ángel o demonio a echo algo así. Lo de transportarse digo.
            No dije nada más. Pero mi madre sí.
            -en mi mundo hay legendas sobre eso. Pero no es algo común para nada.
            -¿a qué te refieres?
            -hay legendas que dicen que aquellos ángeles que se transportan pueden aprender cualquier poder que quieran. Tanto de los ángeles como de los demonios.
            Por lo que pareció, nadie se acordaba de esa leyenda. Tomás y Ariel parecían nerviosos, al igual que Jennifer y lucifer.
            -no soy ángel totalmente. Así que esa leyenda no va conmigo. Es mas. No tiene nada que ver conmigo.
            -te equivocas. Tiene que ver contigo y con otro medio ángel medio demonio. Pero no sabemos quién es él.
            -mira Regina. Sé que no debería decirte esto, pero…debes emprender un viaje por los dos mundos. Eres la única que sabe quién es.
            -¿Cómo lo sabré?
            -por su poder. Sera mucho más fácil porque tendrá más poder que nosotros pero no tanto como tú. Ya que si tu controlas el fuego el controlara el agua o el hielo.
            -puede ser ella ¿no?
            -no, no puede ser ella. Mañana harás tu equipaje y te acompañaran Ángel y Gabriel. El lunes será el último día que vayas a esa clase. Cuando vuelvas iras al demonio angelical.
            -¿y si no está en ninguno de vuestros mundos? ¿Y si está aquí en la tierra?
            -es poco probable pero es una posibilidad.
                                   *  *  *  *  *
            “es poco probable pero es una posibilidad”
            Dios… me quedaba poco que hacer…
            -mama, papa. Contadme vuestras historias.
            -de acuerdo. Empiezo yo, ¿de acuerdo Nina?
            Asintió con la cabeza y empezó con su historia.
            -<…>
            - te toca Nina.
            -<…>
            Termino de contarla y parecían aliviados tras hacerlo. No me podía creer que mi madre hubiera sido una rebelde. No me entraba en la cabeza. Y que mi padre se hubiera enamorado de una humana… me parecía imposible.
            -ósea que soy algo así como un error.
            -¡no!- dijeron al unísono. Odiaba cuando hacia eso la gente.
            -¿Cómo qué no? Me habéis dicho que no debería haber ocurrido ¿y me dices que no soy un error? si no soy un error entonces ¿que soy?
            -eres nuestra hija que surgió de una noche de pasión. Solo eso.
            Me levante y me fui de allí. Cogí mi moto, la arranque y me fui a la sierra.
            Me dirigí a un lugar por el que nadie iba. Era bastante peligroso estar ahí pero me encantaba.
            Llegue al barranco y solté mi moto. Me acerque bastante al precipicio pero no lo suficiente como para caerme. Me senté y me puse a pensar. No podía creerme que mi vida hubiera cambiado tanto en menos de una semana…
            Me levante y un halcón chilló. Se dirigía a mi… di dos pasos atrás y empecé a caer…
            Mi último pensamiento fue “caí por el precipicio”.

sábado, 4 de diciembre de 2010

HISTORIA DE GABRIEL


“Nací hacia el año 1000 d.c. soy una clase de ángel llamado nube. Nosotros, los nubes, dejamos de crecer a partir de los quince años. Así que nos solemos quedar con los humanos unos cuantos años para saber cómo viven, que estudian… al cumplir los dieciséis mi padre murió como debes saber. Seguí con mi vida. Estudie unos años con los humanos me harte y fui a enseñar en la escuela Demonio angelical peor no dure ni cinco años. Cometí el error de enamorarme de una alumna. Ariel. Cuando estaba en clase, hacia como que no me gustaba ni nada. Después de clase, solo pensaba en ella y llego un momento en el que me harte y le empecé a mandar cartas anónimas sin esperar respuesta. Ariel al principio estaba confusa pero luego con el paso del tiempo esperaba mis cartas con ansiedad. Hasta que un día la cité después de clase con la típica excusa de “hablar sobre un trabajo entregado mal hecho”. Le conté toda la verdad y una vez termine, me beso y acabe acostándome con ella. Al día siguiente dimití. Se extrañaron bastante pero no dije el motivo.
Cuando abandone la escuela no sabía ni a donde ir ni que hacer así que me dedique a hacer misiones que me mandaban. Estuve así un tiempo pero me canse de andar tanto. Así que volví al colegio varios siglos después. No sé por qué pero siempre acababa liándola. Esta vez me enamore de tu madre. No se cómo aguantaba en las clases. Estuve así unos dos años. Al tercero no aguantaba más y me la lleve a mi departamento para “reñirle” sobre su  último examen. Al cerrar la puerta fue ella la que se me echo encima mía. Empezamos besándonos y luego poco a poco nos fuimos quitando la ropa el uno al otro. Estaba a punto de penetrarla cuando llaman a la puerta. Nos asustamos y nos vestimos en un tiempo record. Al abrir vimos al director y el solo dijo “síganme” y Lo seguimos hasta su despacho.
            -“quiero saber que estaban haciendo en su departamento”.
            -“no fue culpa de Gabriel. Solo mía”.
            -“cállate Nina. Vera… no sé por qué pero me sentía atraído por ella. Con la alumna Ariel me paso igual y no entiendo por qué”.
            -“Ariel es la madre de Nina. Y si usted se sentía atraído por Ariel quiere decir que debería esperar al menos hasta la cuarta generación para encontrar a su pareja”.
            No entendí sus palabras en ese momento pero ahora sí. Tu madre es la pareja de Lucifer al igual que la tuya estará por ahí. Ya la encontraras tranquila. El director no me echo ya que era normal mi atracción. Estuve hasta hace unos meses en la academia que es cuando me llamo Tomás para cuidarte”.

capitulo 12

A las diez dejamos de bailar y empezamos con la cena. Nos llevó como… media hora hacerla. Comimos y luego jugamos un rato a la Wii, al e-toy y la play-station uno. Cuando estábamos lo suficientemente cansados nos fuimos cada uno a su habitación. Me cambie, me lave la cara y los dientes, abrí mi cama y me dormí.

            A la mañana siguiente, al bajar al salón, me encontré a mucha gente. Conocía a la mitad pero a la otra mitad…no. Al terminar de bajar las escaleras todos se volvieron hacia mi y se quedaron en silencio. Mi padre lo rompió presentándome a los que no conocía.
            -Regina, ven- fui hasta Lucifer y me cogió la mano-. Empecemos por mi madre. Jennifer esta es tu sobrina Regina. Regina tu abuela Jennifer.
            -hola Regina-dijo ella.
            -Encantada abuela- y le di dos besos por educación.
            Lucifer siguió la presentación y me guio a una chica rubia.
            -Regina, ella es Laura. La esposa de Ángel- mi boca se abrió en una pequeña “o”.
            -encantada- dijimos a la vez y luego nos echamos a reír. Nos dimos dos besos y salte a la siguiente persona (por así decirlo)
            --Regina ella es tu abuela Ariel-nos dimos dos besos y siguió presentándome  gente. Conocí a sus consejeros y al consejo de ancianos. Terminaron las presentaciones y cada uno continuo con sus conversaciones.
            Me senté en el sofá y empecé a ver la tele. Gabriel se acercó a mí y antes de que dijera nada lo corte.
            -antes de que digas nada. Olvidemos lo que a pasado.
            -de acuerdo. Pero te debo mi historia ¿cierto?
            -cierto. Cuéntamela cuando quieras.
            -me gustaría contártela ahora. Ya que tus padres lo van a hacer delante de todos.
            - de acuerdo.
            ((Historia de Gabriel que la pondré aparte))

            Me quede en blanco. No sabía ni qué hacer ni que pensar.
            -¿estás bien?
            -sí, si… solo confusa.
            Seguimos hablando pero yo ya comprendía muchas cosas. Una de ellas era el por qué me había besado. A la hora de comer comimos fuera porque dentro no cabíamos. La comida fue tranquila y yo no hablaba. Solo asentía o negaba con la cabeza. Al terminar de comer subí a mi cuarto. No quería ni ver ni hablar con nadie. Me puse a pensar en todo lo que me habían dicho. No podía casarme con Arturo… empecé a llorar sin poder remediarlo. Ahogue mis sollozos en mi almohada y en vez de calmarme me descontrole totalmente. Aumente el volumen y Gabriel abrió la puerta.
            -¿Qué te pasa?
            -Arturo…
            Te lo han contado ¿no?
            -sí.
            -¿has soñado alguna vez con alguien?
            -sí.
            -no sé si debería decirte esto. Pero… creo que deberías saberlo.
            -¿el qué?
            -cuando un ángel o un demonio sueñan con alguien del sexo opuesto…pues… suele significar que será su pareja.
            Me quede callada un momento y luego conteste.
            -ok. Muchas gracias.
            Salió momentos después y yo me quede mucho más tranquila. Me sentía incomoda en mi habitación así que baje a hablar con Ángel y con Gabriel. Los llame y los saque de la casa dirigiéndonos al establo.
            -Gabriel ¿encontrare al chico con el que sueño en el colegio?
            -si no es muy viejo sí.
            -¿me estás diciendo que puede estar en cualquier punto de vuestros mundos?
            -sí
            -ok. Ángel, ¿Cuándo…?
            -cuando tus padres me digan que sí.
            Asentí y volvimos a entrar.
            -papa, mama. Os toca contar vuestras historias. Pero antes…. Una pregunta. ¿Puedo aprender a usar mis poderes?
            -¡no!- contestaron a la vez.
            -¿por qué?
            -porque no sabemos que poderes tienes- contesto lucifer.
            -¿Gabriel…?
            -sí. Regina se enfadó hace unos días y no hizo nada raro al menos delante de mí.
            -¿Cómo que delante de ti?

jueves, 2 de diciembre de 2010

capitulo 11

A la mañana siguiente al despertar estaba desorientada. Apenas recordaba nada. Poco a poco me vino todo a la mente. Me levante, me vestí y desayune. Hice los deberes, cuide a Kitty y a Dino y le propuse a Ángel comer fuera.
Los dos. Solo los dos. Escogimos el último bar que se abrió. El “Barora”. Estaba lleno de parejas por lo que nos sentamos fuera y encima, apenas hacia frio. Asi que perfecto. Pedimos de comer un bocadillo de pechuga y un plano de paella. Cuando nos lo trajeron empezamos a comer despacio, muy despacio pero al acabar me toco ir al baño para lavarme las manos. A las cuatro y media pagamos y nos alejamos del restaurante poniendo rumbo a una pastelería. Entramos y pedimos un café. Al terminárnoslo nos fuimos de allí. Sobre las cinco ya estábamos en casa y mi padre no tardaría en llegar. Recogí algo la casa (estaba patas arriba) y limpie la cocina y el establo. Las seis. Me eche en el sofá y Ángel se sentó a mi lado. Nos pusimos a ver la tele y poco después de dormí.
* * * * *
            Me desperté cuando alguien hablo más fuerte de la cuenta. Enseguida me di cuenta que era Lucifer quien había alzado la voz.
            -¿Qué ocurre?-pregunte estirazándome.
            -perdona, te hemos despertado-Ángel estaba de pie al lado de mi padre pero su rostro estaba sereno al contrario que el de lucifer, que estaba muy enfadado.
            -¿Qué ocurre?- volví a preguntar.
            -nada Regina. Nada –intervino mi padre
            -algo pasa. Si no no estaríais gritando.
            -no pasa nada, en serio. Solo le estaba regañando.
            -¿por?
            -por dejarte montar en moto
            -me hizo caso ¿no?
            -sí, pero su moto tiene vida propia. No sé si te dista cuenta.
            -pues…no. ¿Va a venir mamá?
            -mañana viene. Hoy está esperando el veredicto.
            Asentí y estaba a punto de irme cuando…
            -Regina, espera-me retuvo Ángel.
            -dime.
            -Lucifer debes decírselo. Se ha enamorado de un humano.
            -¿el qué?-tenía muchas ganas de saber a qué se refería.
            -pues… no sé cómo decirte esto…díselo tú Ángel.
            -vale…mira Regina. No sé cómo decirte esto pero debo hacerlo. No te puedes casar ni tener relaciones con un humano, solo con un ángel o con un demonio. ¿Regina?
            Estaba en blanco y en estado de shock. No sabía qué hacer. Así que elegí la mejor opción. Desmayarme. Al despertar estaba en mi cama y Ángel delante de mi ordenador.
            -Ángel- al escuchar que lo llamaba se volvió a mirarme-¿Por qué no me puedo casar con un humano? Y si lo hiciera ¿Qué pasaría?
            -no te puedes casar al hacer la prueba de madurez dejas de crecer y el humano con el que estas morirá tarde o temprano. Por eso está prohibido.
            -¿pueden morir los ángeles y los demonios?
            -si
            -¿Cómo?
            -es difícil pero no imposible. Si le cortas a un Ángel o a un demonio la cabeza muere. Si le clavas un cuchillo de un material llamado “malanda” (mezcla de cristal, oro, agua y cenizas de un meteorito) lo matas. Da igual donde lo claves, con una simple raja podemos morir. Pero no es común. Lucifer esta haciendo un par de cosas. Luego viene.
            No sé cómo logro saber que estaba pensando en mi padre, pero en fin, mi cara me suele delatar.
            -¿Cómo sabré que es el indicado?
            -¿eh? ¡Ah! Cuando lo mires a los ojos lo sabrás. Estoy casado y vivo con mi mujer muy feliz.
            -la echaras de menos. ¿Y Gabriel?
            -nada. Aún nada. Pero se siente atraído hacía ti.
            No sabía que más preguntar así que me eche de nuevo en la cama y le pedí que pusiera música. Empecé a bailar y a hacer el tonto delante de él. Luego se levantó y empezó a darme vueltas. Acabe mareada, pero me encanto estar así con alguien. Llevaba mucho tiempo sin pasármelo tan bien.