lunes, 13 de diciembre de 2010

capitulo 15

El resto del día transcurrió sin incidentes nuevos. Durante el recreo estuve en el gimnasio con Ángel jugando a ver quién corría más. Aunque… debería haber dicho entrenando en vez de jugando. En fin.
-Regina, tus padres me han dado permiso para enseñarte a usar tus poderes.
-¿en serio?- grité ilusionada.
-sí, pero será después de clase y en algún que otro recreo.
-de acuerdo.
-empezaremos después de comer.
Terminaron las clases y llegue a la residencia. No sabía cómo iba nada así que le pregunte a uno de los supervisores.
-la comida es a las tres y a partir de las diez no debe de haber nadie en los pasillos ni fuera del edificio.
Le di las gracias y fui al comedor. Me senté sola. No tenía muchas ganas de conocer a nadie. Comí deprisa ya que a las tres y media había quedado con Ángel. Al salir por la puerta me llamo maría. Una supervisora.
-Regina, ¿dónde vas tan deprisa?
            -quedé con Ángel.
            -¿Ángel?
            -Sí. El profesor de gimnasia.
            Tras decir eso me dejo ir pero con la amenaza de “esta noche le pregunto”. Fui hacia su cuarto y toqué. Me abrió y entre. Empezó a explicarme lo que tenía que hacer. Concentración. Eso era elemental. Por mucho que me concentrara no  conseguía que la magia saliera de mí. Estuvimos cerca de dos horas y acabe exhausta.
            -mañana seguimos. ¿Tienes que hacer muchos deberes?
            -los suficientes como para no llegar viva a mañana.
            Nos despedimos y me fui a mi cuarto para hacer los deberes. Tenía cuatro horas para hacerlos. No iba a acabarlos para mañana. En fin. Entre en mi cuarto y empecé a hacerlos. Termine antes de lo que creía. Eran las siete cuando acabe. Salí de mi cuarto y empecé a vagar por la residencia. Cuando me quise dar cuenta no sabía dónde estaba. Mire alrededor y no había nada reconocible. Abrí una puerta que estaba a mi derecha. Entre y observe que era una especie de biblioteca-dormitorio. Empecé a cotillear y leí los libros que había. Robín Hood, el ángel perdido, la historia de cleopatra… casi ninguno me sonaba. No sé por qué pero todos tenían una fina capa de polvo. Supuse que era una habitación que no se usaba. Me acerque a la cama y aparte el dosel. Al abrir, vi a un chico que me sonaba. Era moreno y parecía que estaba dormido…me di la vuelta y salí corriendo de la habitación. Seguí corriendo y no sé como pero llegue al cuarto de Ángel. Toqué y espere a que me abriera o me dijera que pasara. Al abrir se sorprendió.
            -Regina, ¿Qué pasa?
            -¿podemos hablar?
            -si, entra. Estoy solo.
            -mejor.
            Le explique todo. Que me había perdido, que había visto una habitación bastante rara, que me había encontrado a un chico moreno dormido…
            -¿un chico dormido? Pero ¿en qué dimensión te metiste?- dijo bromeando.
            -No lo sé. Había muchos libros. Me sonabas algunos pero no todos.
            -dime alguno que no te sonara.
            - el ángel perdido.
            -dios… te has metido en la habitación de Alberto.
            -¿Quién?
            -te voy a contar su historia en vista de que no la sabes.
            “Alberto es un ángel. Lleva dormido un milenio por culpa de una humana. Hace mil años bajo a la tierra y allí conoció a Alicia. Una chica de catorce años. Durante ese tiempo los matrimonios eran concertados así que ella no podía elegir con quien casarse. Se conocieron en una boda y Alberto se enamoró de ella. Pasaron varios años y él no se decidía a hablar con su padre así que uno se le adelanto y el padre de ella acepto. El, pensando que lo había traicionado se despide de Alicia y le dice que no quiere verla más. Varios días después de aquello llego al colegio y se lo explico todo a la directora. Alberto le pide permiso para quedarse dormido eternamente en el colegio ya que no quiere morir. La directora acepta pero con la condición de que si alguna vez una alumna consigue que despierte nombrándolo. Tiene que vivir a partir de ese momento olvidando el pasado…”
            No sabía ni que decir ni que pensar…
            -¿nunca se ha despertado con ninguna alumna?
            -no. Con tu abuela se movió algo pero no se despertó. Deberías intentarlo la próxima vez.
            Se echó a reír pero yo permanecí seria.
            -quiero intentarlo.
            Me hizo señas para que lo siguiera y lo seguí. Me llevo hasta la habitación y entramos. Me acerque a la cama y esta vez no salí corriendo. Al contrario, me acerque a él y no sé cómo, porque mi cuerpo se movía solo, lo bese en los labios. Sus labios eran dulces pero estaban tensos, como si no esperasen esto. Separe mi boca de la suya y lo llame “Alberto, Alberto” el abrió los ojos despacio, muy despacio… y luego me miro. No se qué vio en mi pero sea lo que sea lo que vio en mi le hizo retroceder y caerse de la cama.

4 comentarios:

  1. me a gustado mucho tu historia y e pensado en que te boy a afiliar si a ti no te himporta puedes pasarte por mi blog y lo ves por ti misma y me comentas que te parece, estoy deseando leer el proximo capitulo

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  2. perdona mi blog es http://mundoatrayente.blogspotcom se me abia olbidado decirtelo

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  3. O.o esto se esta poniendo muuuuuy interesante

    estoy deseando saber que pasara ahora

    un besoo enorme ;)

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  4. Hola! Ahora que tenia un ratito libre me he pasado por tu blog. Te sigo ;) Me encanta la historia, y más tal y como la dejaste en este capitulo. Ya quiero saber que pasara y por que Alberto ha reaccionado asi.

    XoXo

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